Windows, al igual que cualquier otro sistema operativo, con el tiempo, deja de funcionar como el primer día. Conforme se instalan aplicaciones, se modifica el registro de Windows, añadiendo referencias que, al desinstalarlas, no llevan a ningún lugar, haciendo que este tarde más tiempo en iniciarse y, en general, haciendo que el equipo vaya más lento. Sin embargo, no es el único problema que afecta al rendimiento del equipo.
Varios son los motivos por los que Windows 11 puede ir más lento de lo normal, ya sea de forma puntual o, desgraciadamente, de forma habitual. Si quieres saber cuáles son los 5 principales motivos por los que Windows 11 va más lento de lo normal, os invitamos a seguir leyendo.
Poco espacio en disco
Windows, no solo Windows 11, sino cualquier versión del sistema operativo de Microsoft, necesita de un espacio mínimo libre en disco para funcionar de forma correcta. El mínimo aconsejable para que el equipo funcione sin problemas de rendimiento es de 20 GB.
Windows utilizar este espacio para gestionar le memoria virtual del equipo además de para tareas a nivel interno relacionadas con el funcionamiento del sistema operativo. Si tenemos poco espacio es disco, el equipo tardará mucho más tiempo en hacer cualquier operación, especialmente si la memoria libre del equipo es escasa por tener muchas aplicaciones abiertas en segundo plano.
Detener la sincronización de archivos
Si utilizamos Google Drive, OneDrive, o cualquier otra plataforma de almacenamiento en la nube, y copiamos un gran número de archivos para sincronizar, el equipo centrará gran parte de sus recursos en sincronizarlos tanto con la nube como con el equipo. Este es un proceso que debemos hacer más tarde o más temprano pero que podemos detener en cualquier momento si cerrando la aplicación, en el caso de Google Drive (o cualquier plataforma plataforma) o pausando la sincronización en el caso de OneDrive.
Búsqueda de Windows está indexando archivos
Relacionado con lo anterior, cuando copiamos un gran número de archivos al equipo, Windows crear un registro de búsqueda donde se añaden la ubicación y el nombre de cada uno de los archivos. De esta forma, cuando realizamos una búsqueda de archivos, Windows busca en ese registro en lugar de buscar manualmente en todos los directorios del equipo.
El problema es que, si el número de archivos es muy elevado, el consumo de recursos necesario es mayor que si el número es reducido. Lamentablemente, no podemos cancelar el proceso de indexación como si podemos hacer con el proceso de sincronización, por lo que único que podemos hacer es esperar a que acabe.
Eliminar programas de inicio
Este es un problema habitual de Windows, problema debido a la manía que tienen algunas aplicaciones de instalarse en el inicio de Windows sin pedirle permiso al usuario. Se trata un problema bastante molesto especialmente cuando se trata de aplicaciones que no solemos utilizar a diario y para lo único que sirve es para ralentizar el tiempo necesario para iniciar el equipo y ocupar memoria RAM que podemos utilizar para que el equipo funcione de forma más fluida sin tener que echar mano de memoria virtual.
Actualizar Windows y las aplicaciones
Cada nueva actualización de Windows incluye mejoras de rendimiento además de parches de seguridad. Este es el principal motivo por el que, siempre que exista una nueva actualización del sistema operativo, lo primero que debemos hacer es descargarla e instalarla. Lo mismo pasa por las actualizaciones de las aplicaciones.
Si queremos que nuestro equipo funcione siempre como el primer día, es recomendable instalar tanto las actualizaciones de Windows como de los programas que utilizamos habitualmente, un proceso, este último, que algunas aplicaciones se encargan de hacer de forma automática, aunque no siempre.
Ir a la fuente
Author: Ignacio Sala